EUROPA
PRESS
9 julio
2020
¿Cuándo
se puede considerar que una persona es anciana?
Las poblaciones de todo el mundo están
viviendo vidas más largas de lo que era la norma hace solo unas décadas, lo que
presenta a los gobiernos importantes retos en términos de cuidado de sus
crecientes poblaciones de ancianos. Según un nuevo estudio publicado en la
revista 'PLOS ONE', comprender cómo evaluar quién es anciano es un primer paso
crucial para la comprensión del envejecimiento de la población.
Los Perfiles de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento
2019 brindan a las personas que estudian el envejecimiento de la población una
variedad de perspectivas, a saber, una relación de apoyo potencial convencional
(PSR) y una posible relación de apoyo potencial (PPSR).
La diferencia entre los dos se basa en distintos umbrales de
edad en los que las personas se ven por primera vez como "viejas". En
el PSR, el umbral de edad es de 65 años y se fija independientemente del tiempo
o el lugar, mientras que en el PPSR, el umbral de edad es la edad donde la
esperanza de vida restante es de 15 años.
El primero se conoce comúnmente como el umbral de vejez
convencional y el segundo como el umbral de vejez prospectivo. El umbral de
vejez convencional es el más utilizado, pero tiene la desventaja de que no
cambia con el tiempo y es el mismo para todos los países, independientemente de
sus trayectorias de envejecimiento.
Por supuesto, este no es el caso, ya que las personas de 65
años de hoy son muy diferentes de sus homólogos hace medio siglo, y también es
probable que sean muy diferentes de lo que serán en medio siglo en el futuro.
Las personas también envejecen de manera diferente según el lugar donde viven y
entre los subgrupos de población.
En su estudio, los autores proponen que el umbral de la
vejez se determine utilizando un criterio de equivalencia, es decir, que las
personas que se encuentren en el umbral de la vejez sean aproximadamente
similares entre sí en cuanto a las características pertinentes,
independientemente de cuándo y dónde vivan.
Utilizando datos históricos sobre las tasas de mortalidad a
cinco años (la proporción de personas que mueren entre las edades x y x+5) en
el umbral de la vejez como indicador de un aspecto de la salud, los
investigadores evaluaron la medida en que los dos enfoques utilizados por las
Naciones Unidas son coherentes con el criterio de equivalencia.
Los resultados indican que el umbral de vejez basado en una
esperanza de vida restante fija es compatible con el criterio de equivalencia,
mientras que el umbral de vejez basado en una edad cronológica fija no lo es.
Concretamente, las tasas de mortalidad a los cinco años en el umbral de la
vejez basado en una edad cronológica fija disminuyen fuertemente con el tiempo,
mientras que la basada en una esperanza de vida restante fija es casi
constante.
Esto implica que si el criterio de equivalencia no se
cumpliera al menos de manera aproximada, las personas con una determinada tasa
de mortalidad de cinco años en un país se clasificarían como ancianos, mientras
que las personas de otro país con la misma tasa de mortalidad de cinco años no
lo serían.
El estudio se basa en investigaciones anteriores de los
autores en las que éstos elaboraron medidas del envejecimiento de la población
ajustadas en función de los cambios en la esperanza de vida restante -el
denominado umbral dinámico de la vejez- y proporciona argumentos adicionales
acerca de por qué sería beneficioso utilizar esas medidas del envejecimiento.
Destacan que cuando este umbral dinámico de la vejez se
utiliza para estudiar a personas de muchos países durante largos períodos de
tiempo, en ese umbral, las personas tienen aproximadamente la misma salud.
"Queríamos proporcionar a los investigadores un
argumento sólido sobre por qué las medidas de envejecimiento basadas en una
esperanza de vida restante fija deben ser utilizadas y cómo los grupos
similares de personas mayores deben ser definidos", explica el
investigador y autor del estudio de IIASA, Warren Sanderson.
Y añade: "Queremos que la gente entienda que el uso de
un umbral de edad basado en una edad cronológica fija no produce grupos de
adultos cuyas características relevantes sean comparables a través del tiempo y
el espacio. El criterio de equivalencia es eficaz para tomar esa decisión
porque define quién es anciano de manera consistente, basándose en
características relevantes para el estudio del envejecimiento de la
población".
En este sentido, señala que "el cuadro del
envejecimiento de la población que surge cuando se utilizan medidas
consistentes con el criterio de equivalencia es marcadamente diferente de los
que resultan cuando no se cumple el criterio de equivalencia. Recomendamos que
las medidas de envejecimiento que no se adhieran al criterio de equivalencia
sólo se usen en circunstancias especiales en las que sea intrascendente",
concluye el autor del estudio Sergei Scherbov,
investigador del Programa de Población Mundial del IIASA.